Ay de mi vida pequeña
ay de mi alma rajada
ay de la copa sin borde
que me destrozó los sueños
la canción de Calamaro que me contó en el oído
el derecho de los músicos a ser jóvenes por siempre
ay de mí que me lo creo
ay de mí que me lo trago
que la vida son dos días
y uno pasa en el trabajo
ay de los años perdidos
ay de mi casa encantada
que por perder ha perdido
a su último fantasma .
5 comentarios:
No,Reyes, el último fantasma nunca abandona el barco. Es parte de él.
Un beso enorme.
Flota un cierto desencanto en esta entrada, la vida tiene sus reveses que precisan energía para afrontarlos.
Saludos.
"que la vida son dos días y uno pasa en el trabajo" y medio durmiendo. Por tanto...
APROVECHEMOS LOS MOMENTOS BUENOS.
BESAZO
Los tres primeros versos me han parecido sublimes. Los demás muy buenos, pero los tres primeros, a mí al menos, me han sobrecogido.
¿Crees, June,que los fantasmas se pierden o se ganan? Yo creo que están ahí, o incluso como en Los Otros, puede que seamos nosotros los otros.
Un beso fantasmal.
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