viernes, 25 de septiembre de 2009

Ay de mí


Ay de mi vida pequeña

ay de mi alma rajada

ay de la copa sin borde

que me destrozó los sueños

la canción de Calamaro que me contó en el oído

el derecho de los músicos a ser jóvenes por siempre

ay de mí que me lo creo

ay de mí que me lo trago

que la vida son dos días

y uno pasa en el trabajo

ay de los años perdidos

ay de mi casa encantada

que por perder ha perdido

a su último fantasma .


5 comentarios:

Araceli Esteves dijo...

No,Reyes, el último fantasma nunca abandona el barco. Es parte de él.
Un beso enorme.

Nómada planetario dijo...

Flota un cierto desencanto en esta entrada, la vida tiene sus reveses que precisan energía para afrontarlos.
Saludos.

Isabel dijo...

"que la vida son dos días y uno pasa en el trabajo" y medio durmiendo. Por tanto...
APROVECHEMOS LOS MOMENTOS BUENOS.

BESAZO

Miguel Baquero dijo...

Los tres primeros versos me han parecido sublimes. Los demás muy buenos, pero los tres primeros, a mí al menos, me han sobrecogido.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

¿Crees, June,que los fantasmas se pierden o se ganan? Yo creo que están ahí, o incluso como en Los Otros, puede que seamos nosotros los otros.

Un beso fantasmal.