viernes, 18 de septiembre de 2009

Y yo que estoy tan triste


Y yo que estoy tan triste que apenas me sostengo

con el agua clara de esta lluvia

aunque ahora puedo ver los árboles

bailando detrás de la ventana

cae el otoño y no me encuentra desnuda ni entregada

sino alerta y aburrida con los sentidos abiertos

para nadie y para todos en el mismo segundo.

Yo que quise ser tan sólo tuya

tengo que lamer a solas este plato

una vez más, como siempre

en el rincón oscuro

donde explotan todas mis tormentas

y luego recoger los quemados rayitos

que pesan más o menos una lágrima .

Y yo que estoy tan triste

que no soy santa Teresa

ni puedo levitar ni fornicar con dioses

tan sólo echar de menos

echar de menos todo

incluso aquéllo que no puede ser echado en falta

porque ni siquiera ocurrió

o nunca estuvo.


4 comentarios:

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Esta poesía es como un estacazo; no me preguntes por qué.

Besos.

Anónimo dijo...

Me he contagiado de esa tristeza tuya, esa
saudade que nos envuelve y nos hace sentir
tan solos. No bastaría con levitar, ni con
ser esposas de dioses que no se manifiestan.
No, necesitamos de otras cosas, de otras
cosas...
Bellísimo poema, precioso.
Un beso
BB

Miguel Baquero dijo...

Yo no entiendo de poesía, pero creo captar tu sentimiento. Cada frase me parece un hallazgo. También me encantó "esta vez sí". Entro y salgo de puntillas por no ahuyentarte la inspiración.

Julio dijo...

COMO NO SE SI LO LEISTE EN EL COREREO Y LO ESCRIBE PARA TÍ,AHÍ TE VA:
mira,me he bajado tu fotón al visor,me he hecho unos zoommes y me as dejao lisiao el cacumen.he abierto el bloc de notas y se me a parido este corrido mexicali


Reyes reina pacen

Te me vienes encima
de fuente avecilla
y te mando mis versos
de franca codicia
que a fuer de manilla
taladren tus sesos
y le hagas malicia
a los ciegos de regreso
con amor y consuelo
cantaremos al albor
y haremos un universo
en el que siempre
habrá algún díos
que nos dé buen galardón:
el de habernos sabido
el de habernos atrevido
el de habernos hecho nido
donde ardernos una llama
que la eternidad reclama.




TE VA: