domingo, 20 de septiembre de 2009

Pájaros tropicales


Este año la lluvia de septiembre trajo cosas nuevas y no supe verlas .

A veces me da por encerrarme y apagar las velas que me alumbran , pero luego me da el punto , cambia el viento,las enciendo de nuevo porque hay que trabajar , hay que seguir buscando, hay que encontrar el camino, y renegada y vencida trato de recuperar las huellas que dejé con mi verdadero nombre , aunque al igual que Pulgarcito, ya no las encuentro allí , se las comieron los pájaros omnívoros .

Y decido encontrar mi sitio porque ésa es la única tarea.

Ayer los loritos tropicales cruzaban el cielo por encima de los jardines Murillo, y con la envidia de sus alas verdes abrí mis brazos humanos, los apoyé en el respaldo del banco , miré esos pájaros en su paraíso urbano, dueños de las altas palmeras y los frondosos rincones del Alcázar, parece ser que encontraron una solución , después de haber nacido en una jaula , supieron hallar una solución intermedia, después de todo.

Mi hermano experto en pájaros me dijo que parecían inquietos, quizá preparan una revolución , le dije yo, que he visto demasiadas películas aunque ya no veo ninguna .

Sí, ya tienen bastante con su propia revolución , la de hacer de la ciudad un paraíso tropical , aunque debajo de ellos los humanos aparquen bicicletas, tomen cerveza y se dejen matar por dióxido de carbono y publicidad;

yo miré mis plumas aprendizas, las que me salen a la altura del codo , de los brazos, las que nunca prosperan pero existen , las que me hacen distinta .

El viento movía mis pequeñas plumas , sí , las que permanecen en fase inicial desde que empecé a respirar mecánicamente , sin querer aceptar el regalo de la vida .

Porque no hay orgullo que resista tanta lucha , ni columnas que en forma de piernas sostengan el palacio de verano y luego el de otoño y más tarde el de invierno otra vez.

Recordé la frase que decía Federico Luppi en "Lugares comunes ", "La vida es demasiado banal como para ser vivida como una tragedia " , y en verdad , lo supe, siempre lo he sabido, aunque la filosofía más pura no pueda quitarle hierro a mis tragedias íntimas .

Miré mis pequeñas plumas , sí , y también supe que el hecho de que el viento las sacuda de vez en cuando no es suficiente como para que pueda volar ,como esos avispados pájaros tropicales que supieron que la vida era suya desde el primer momento .

4 comentarios:

Nómada planetario dijo...

Quien sabe si en la próxima reencarnación te será asignado el papel de ave, el don de surcar los cielos.
Besos terrenales.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Curioso y cierto: la irrupción de esos vocingleros psitácidos que, de unos años a esta parte revolotean sobre nuestras cabezas con alegre algarabía, en no importa dónde vivamos: ¿Metáfora o premonición de esta entrada en este blog?... ¿Casual?... no creo.
Que cada cual encuentre su grito o sus alas, hermosa.

Besos.

Isabel dijo...

¡Qué buena peli Lugares comunes!
dice cosas estupendas, como cuando habla de la lucidez o la frase que pones, conclusión a la que debiéramos llegar todos. Creo que el sábado era la tercera vez que la veía.

Sue dijo...

Me encanta Federico Luppi y con su cita me has hecho recordar esa cita de la que habla Isabel sobre la lucidez "despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez, sin límites, sin piedad".
Gracias por este maravilloso recuerdo y este post.
Genial.