miércoles, 21 de octubre de 2009

La solidaridad no tiene precio


Oigo en las noticias , (las veo muy poco ) que unos profesores españoles notaban que sus alumnos llegaban desganados a clase por las mañanas .

Soñolientos , desanimados y con poca energía , y yo pensé , bueno, normal, así llegábamos todos en el cole y más tarde en el instituto y es lo más habitual en el (casi siempre hermoso ) lugar de trabajo, donde lo más habitual es preguntarse varias veces en la mañana por el sentido de la vida desde el giratorio rechinar de la rueda del hámster que todos llevamos dentro .

Bueno, la vida es tedio, casi siempre, a no ser que haya guerra , con lo cual de repente adquiere sentido seguir respirando, pero eso ya es harina de otro costal .

Hablábamos del tedium vitae de unos alumnos de una escuela en nuestro país , que estaban muy bajos de glucosa por la mañana , y al saber los profes que era porque no desayunaban debido a los problemas económicos de las familias afectadas por la crisis , crearon una especie de fondo común (cinco , diez eurillos de sueldo ) para darles de comer a los estudiantes.

Y yo, bajo los efectos de una película argentina llamada "La dignidad de los nadies " de Fernando Pino Solanas ,pienso , pienso y pienso compuesto, y al final me salen estas bolitas de baja filosofía que me trago con mi ofertado yogur desnatado de piña delante de la tele.

Es la iniciativa social lo que acaba socorriendo a la gente .

Teniendo en cuenta que estamos hechos básicamente de estómago y cerebro , es fundamental acabar haciendo uso de ambos para tomar conciencia de lo que está ocurriendo , y al igual que estos profes, intentar hacer algo por el que tienes más cerca .

En la peli que he mencionado es la propia gente del pueblo ( un maestro, una cooperativa , un grupo de barrio, un cocinero que hace sopa para doscientos hambrientos con un par de cebollas ) la que se amarra los machos para , sin heroísmos , alimentar al que no tiene dónde ir.

Me ha parecido , sin efectos Disney , sencillamente interesante , en medio de un discurso diario de derrotismo donde los fachas se siguen lamentando por el feudo perdido, los analistas se han convertido en profetas y los pobres no dejamos de temblar .

Que viene el coco, que viene el coco , que vamos a morir todos, que el barco se hunde.

Y qué ?

Como decían en un anuncio que vendía dinero , hay cosas que no tienen precio .

Una de ellas , la solidaridad .




11 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Metafísico estáis, es que no como, decían en los versos de introducciòn al Quijote

Al final siempre es la gente sencilla la que tiene que sacarse por sí misma las castañas del guego, cargarse el mundo a las espaldas y tirar para adelante. Y seguro que cuando todo esto de la crisis acabe (si acaba), muchos querrán colgarse las mediallas de la solidaridad

Isabel dijo...

Así es, como el payas@ que, al final, es el que alegra la vida a los demás, aunque él esté triste por dentro.

Buena reflexión.

ABRAZO

virgi dijo...

Las grandes ideas solidarias han nacido, casi siempre, de gente normal y corriente.
¡Y menos mal, porque si esperamos por nuestros gobernantes!
Un abrazo, June, gracias por tu comentario

iliamehoy dijo...

Ay! ese rechinar del hamster interior.... casi lo he sentido rascándome. Las cosas grandes siempre se hacen a pie de calle, casi a hurtadillas.
Una sonrisa

carmen dijo...

Para ser solidario hace falta saber mirar, y darse cuenta...
A lo mejor este post, escrito entre yogures desnatados de oferta y de piña, nos ayuda a nosotros a no destanarnos y a ofertarnos.
Un beso, princesa de los sueños de un quijote cualquiera, si los hubiere...

aapayés dijo...

Me has dejado con esa palabras tan ciertas.. La solidaridad no tiene precio..
Excelente post..


Un abrazo
Saludos fraternos...

Araceli Esteves dijo...

Enhorabuena por esta excelente entrada, amiga.
Un beso

Anónimo dijo...

Repito el comentario.
Es como dices: La iniciativa social es la
que termina socorriendo a los pueblos o
permanecerían sentados, esperando aquello
que jamás llegará.
Siempre das en el clavo, niña.
Un beso
BB

Vergónides de Coock dijo...

Buen final, lo demás un poco confuso. Suerte.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Creo, June, que te has olvidado de uno de nuestros tres componentes, a saber, el que está entre medio de los dos que nombras, el que todo lo jode: el corazón.

NáN dijo...

Cierto. Y es una novedad: poco a poco vamos dándonos cuenta de que las cosas están en nuestras manos. Me da un poco de esperanza. Conocí tiempos así y veo que vuelven.