Después de lo que ayer escribí , y sin saber por qué , me he acordado de Caty.
A Caty la fui a ver a un hospital de Sevilla donde ocupaba su tiempo en caminar por los pasillos y bromear sobre sí misma.
Era una amiga de una amiga de mi ex , con quien comenzaba a salir en aquel tiempo, en citas en pisos de Bellavista , momentos dignos de una peli de Stephen Frears , con cortinas floreadas y vasitos de té y escenas de amor atropellado que acababan con el ruido de una puerta al abrirse .
(Algún día lo escribiré , si me acuerdo ).
Caty fue diagnosticada de cáncer y fuimos a ver cómo estaba .
Recuerdo que durante la visita pasó por delante nuestra el vigilante de seguridad y nos dio las buenas tardes .
Se le veía un poco membrillo, como todos los guardias de seguridad , y que me perdone si hay alguno lumbrera leyendo esto ; Caty esperó que pasara y nos dijo en voz baja ;
"Éste es el que me viola todas las noches " .
Nos quedamos mirándola los tres muy asustados ; sólo al ver la ancha sonrisa de Caty supimos que estaba bromeando , y todos reímos .
Recuerdo que pensé que Caty me recordaba a mí ; en todas las razas humanas hay tipos parecidos de personas ; seguro que sabéis lo que quiero decir; en cada familia de la baraja está el bromista, el depre, el recto, el payaso, el extrovertido, el fantasma, la coqueta , el inocente .
En todas partes hay gente que nos recuerda a alguien para bien o para mal.
Caty tenía aquellos puntos parecidos a los míos.
Las malas lenguas decían que se había dedicado a la prostitución al llegar a España ; pero ningún trabajo, ni siquiera ése, puede borrar por completo la esencia de una persona .
No sé cómo explicarlo, esas cosas al final dan lo mismo .
Me reconocí en su cachondeo constante, que seguro le salía al juntarse con gente ; quién sabe lo que sentía al quedarse sola ; en sus andares descuidados , en su pequeño desastre , en su sonrisa a pesar de que ya no tenía pelo .
Caty era marroquí y murió al poco tiempo , sin que volviéramos a vernos .
Todavía era muy joven y yo , no sé por qué, hoy me acordé de ella , y en su honor dibujo esta sonrisa que demuestra que hay muy pocas cosas de las que al final te acabas acordando .
Una de ellas puede ser una mujer cualquiera que es capaz de estar viva hasta el final.
6 comentarios:
Que maravillosa historia. Enganchas...
Saludos y un abrazo.
Qué tierno es a veces lo duro.
Qué bueno que fuerais a ver a la amiga de una amiga de tu ex. Muchas barreras cruzadas para que ella pudiera hacer su broma.
Estas pequeñas cosas de la vida, que se hacen o te hacen.
Muy bonito y amoroso. Seguro que esas visitas las recordaría ella hasta el final. Hermoso que le hayas dedicado estas letras.
Un abrazo
Estoy intentando pensar en otra persona como yo de otra raza...
Bonita historia.
Hermosa dedicatoría, a Caty le hubiera encantado leerla, como a mí después de este atraso que llevaba en tu blog.
Descanso de pantallas, leo que no vas a escribir tanto, y te prodigas.
¿Para cuando esa novela?, sí, en verdad, tienes alma de escritora.
Besos
No te voy a decir nada, porque, para decirte siempre lo mismo, no vale la pena. O sea...
Besos.
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